Hebreos 11 Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. Gracias a ella fueron aprobados los antiguos. Por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se ve. Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual recibió testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar de estar muerto, habla todavía. Por la fe Enoc fue sacado de este mundo sin experimentar la muerte; no fue hallado porque Dios se lo llevó, pero antes de ser llevado recibió testimonio de haber agradado a Dios.

¿Por qué será que las personas pueden confiar en un avión o en un automóvil sin preguntar nada, pero algunas no confían en el Dios Todopoderoso?
Para tener una fe verdadera, debemos ir más allá de pensar simplemente que Dios puede hacer todas las cosas. Debemos, de verdad, dar por sentado que Él hará lo que Él dice. La fe es como un ojo espiritual para los creyentes: aunque nuestro ojo físico no sea capaz de evidenciar que Dios está respondiendo nuestra oración, tenemos la confianza de que Él cumplirá cada promesa que nos hace.

Como creyentes, nuestra seguridad está fundada en la Palabra de Dios (La Biblia), y en nuestras experiencias en cuanto a Su fidelidad. No tenemos ninguna razón para estar ansiosos o inseguros, porque el Señor del universo suple todas nuestras necesidades.

Por eso dice Pablo: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” (Fil. 4:6). Tenemos acceso total a un Padre celestial que está personalmente interesado en nuestras vidas. Él siempre nos ayudará. Por tanto, el creyente lleno de fe puede enfrentar cualquier situación, y decir: “Tengo mi seguridad puesta en el Dios vivo, y tengo confianza en Su respuesta y fidelidad”.

Gracias mi Dios porque Tú estás interesado en mi vida. Tengo mi seguridad puesta en Ti, Dios vivo, y tengo confianza en Tu respuesta y fidelidad. Te pido Señor una bendición especial para toda mi familia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.