Mayo 31/05/10

2ª CORINTIOS 9:6 “PERO ESTO DIGO: EL QUE SIEMBRA ESCASAMENTE TAMBIÉN SEGARÁ ESCASAMENTE; Y EL QUE SIEMBRA GENEROSAMENTE, GENEROSAMENTE TAMBIÉN SEGARÁ”

Nuestra cosecha siempre es proporcional a lo sembrado previamente. Nunca se puede cosechar algo que no se haya sembrado. A todos nos gusta una cosecha abundante, pero muchas veces somos escasos en nuestra siembra.

El contexto de este pasaje se refiere a invertir en el Reino de Dios económicamente y darle al Señor lo que le corresponde. Muchos cristianos son tan “espirituales”, que se enojan cuando en la iglesia local donde asisten se les enseña a dar económicamente para la obra de Dios y la extensión de su Reino. Pareciera como que la faz económica no pudiera ser controlada por la presencia de Dios. El mundo espiritual es tan real como el natural y cuando el Señor nos anima a hacer algo vale la pena obedecerle pues posteriormente resultaremos muy bendecidos.

Dios a te ha bendecido económicamente durante los últimos años y eso ha sido para que no solo tengas para tus propias necesidades sino principalmente para que inviertas en el Reino del Dios que prospera. Por cierto no se necesita ser rico y vivir en abundancia para ser generoso. Uno puede aun dar, en tiempos de necesidad, pues la generosidad no es cuestión de cuánto dinero tengas en el banco sino de la disposición de tu corazón.

El cristiano agradecido es un cristiano dador que no se cansa de invertir en el Reino de Dios. Renuncia en este día a todo espíritu de avaricia y deja de ser un retenedor pues el Señor te ha llamado a ser un cristiano generoso que glorifique Su Nombre.

Confesión:

Señor: En este día Te entrego mi avaricia y todo espíritu egoísta retenedor que me impide devolverte algo de todo lo que Tú me has dado primero. Haz de mi un cristiano generoso. Gracias. En Cristo Jesús. Amén