Dios es un Dios de Pacto. Él es fiel de llevar a cabo los términos de Su pacto con usted. Su responsabilidad es de bendecir, multiplicar, aumentar y prosperarle (Génesis 17:1-10). Sin embargo, usted debe de poner de su parte tal como está delineado en Deuteronomio 10:12-13:

Ahora, pues Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. Que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?

Su parte del pacto es el de entender y creer, obedecer y descansar en Dios. A resultado, usted puede participar de Sus recursos. Lo que le pertenece a Dios le pertenece también a usted.

Prosperidad es un asunto de pacto. Dios debe prosperarle a usted por el pacto que estableció con usted (Deuteronomio 8:17-18). ¡A usted se le ha dado el poder (habilidad, capacidad o unción) en hacer riquezas para que así Dios pueda bendecir a todas las familias en la tierra por medio de usted!

La próxima vez que usted va en oración a Dios, acérquese a Él con el Pacto en su mente. Póngale en memoria de Sus Palabras al enseñarle a Él, por medio de sus confesiones, de que usted tiene conocimiento de sus derechos. Después de que haya orado, descanse en Sus promesas. Mientras está en espera de la manifestación, permita que el Pacto sea de esperanza para su alma. No permita que nada disturbe su paz. Las promesas de Dios son inmutables e inalterables (Hebreos 6:17-18). ¡Usted puede tener la certeza de que al haber esperado con paciencia, usted sí recibirá la promesa (Hebreos 6:13-18; 10:35-36). Su socio de pacto jamás le dejará!

El único camino hacia Dios es por medio de Su pacto. Sin embargo, si usted desconoce de su pacto, usted estará sin esperanza y sin Él en el mundo (Efesios 2:12). Sin esperanza, usted no tiene razón de esperar nada del Padre. Usted no puede esperar por algo que no sabe que existe. Tristemente, la ignorancia de no conocer sus derechos del pacto limita a Dios, porque las acciones de Él son basadas a su entendimiento y práctica de ellos. Simplemente es, la sabiduría de sus derechos en cual es la clave de que usted reciba su herencia. Mantenga una imagen del pacto en su corazón al usted tomar tiempo de estudiar la Palabra de Dios—lea las letras pequeñas. ¡Dios nunca cambia, y Sus promesas son verdaderas para usted¡